Recuerdo del 11 del 12 del 13.
Autorreflexión nocturna sin venir a cuento N.º 1
A veces una lagrima recorre mi mejilla sin yo haberla llamado, fluye hasta llegar a la comisura de mi boca donde acaba su camino, no entiendo la razón por la que pasa ya que no siento tristeza, es extraño.
Puede que la conexión entre yo y las personas que me importan sea tan fuerte que empatice con ellas en grandes distancias, que sienta lo que ellos sienten, incluso su profunda tristeza, es extraño.
Quizás una parte de mi encerrada entre grandes muros de acero consigue emitir una grito de auxilio transformado en un impulso que hace que brote una sola lagrima, solo una única lagrima, es extraño.
Inconscientemente, siento tristeza, y ahora que me doy cuenta lo hago a nivel consciente, no me gusta, no quiero sentir tristeza, cómo no sentir tristeza, mi respuesta es no sentir, ya no siento tristeza, ya no siento nada.
Estoy tranquilo tumbado en mi cama, sintiendo esa lagrima recorrer mi mejilla. Para mi ya no es extraño.
Gonzalo
Para que no caiga en el olvido...