El dolor viene y luego se va, pero el saber todo lo que pudo ser y no fue, eso permanece, carcomiéndote por dentro haciéndote sangrar lentamente sin fin. Y quieres volver atrás y cambiar las cosas pero no puedes, quieres aprovechar el tiempo ya perdido pero no hay manera. Quieres que un milagro suceda y te conceda el deseo pero sigue siendo deseo, no realidad.
La vida te marca un lugar y un camino que a veces parece hecho para sufrir, para ver como tus sueños no se cumplen, como los años pesan más, como intentas alcanzar su mano pero no llegas, como se te escapa el último mechón de su cabello y desaparece en las sombras. Pero aun así, no te rindes.
Alzas la mirada y miras a un abismo profundo y oscuro que amenaza con tragarte y consumirte. Y una llamarada intensa en tus ojos surge intensamente, y gritas NO, no voy a rendirme, voy a seguir avanzando, voy a seguir luchando, voy a seguir sanando, voy a seguirla hasta el fin del mundo. Ya que tu mundo eres tu, pero no solo tu, también es "tu mundo" y no le puedes fallar. Eliges sufrir, eliges cargan con más, eliges resistir, y sigues estirando tu mano esperando que la coja y agarrarla fuerte para que no vuelva a caer.
- al Amanecer de mis días -